Parece que fue ayer cuando cumplíamos 20 años y ya estamos en el cuarto de siglo. En 1996 nacía un proyecto con el riesgo de todo lo nuevo. Estábamos apostando por la especialización en un terreno absolutamente inexplorado: no había regulación de la figura del Defensor del Cliente más allá de la simple mención del artículo 63 de la Ley 30/1995, de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados, que aún no recogía la obligación de atender las reclamaciones de los clientes o de disponer un departamento para tramitarlas, tampoco un procedimiento para hacerlo. Hubo que inventarlo absolutamente todo.

En aquellos días, las pocas entidades que decidían designar un Defensor del Cliente optaban por un modelo fundamentalmente representativo, en el que la persona elegida aportaba la autoridad moral que le proporcionaba una larga y conocida trayectoria, muchas veces en ámbitos ajenos a la actividad aseguradora. Nosotros nos decidimos por un modelo distinto, abierto a cualquier entidad y basado en aportar un servicio de máxima calidad profesional y especialización.

En nuestro modelo tuvimos claro desde el primer día que no queríamos ser una simple oficina externa para gestionar quejas y reclamaciones. Pretendíamos aportar valor a las entidades y sus clientes, trabajando en la documentación contractual, no solo desde el punto de vista legal, también intentando hacerla más accesible para los clientes, incidiendo en una redacción más sencilla, deshaciendo los nudos que la experiencia en la tramitación de reclamaciones revelaba como más problemáticos o difíciles de comprender. Esta idea sigue plenamente vigente. Seguimos creyendo que ésta es la mejor forma de prevenir conflictos y que ayuda a las partes a entenderse.

En este tiempo nuestro proyecto ha ido evolucionando, pero nunca hemos perdido el objetivo de aportar valor y ofrecer el mejor servicio. La ruta la han ido marcando nuestros clientes, que han confiado en nosotros, especialmente en los inicios, cuando aún no habíamos acumulado trayectoria ni demostrado nada, pero también a lo largo de estos 25 años, empujándonos hacia otros territorios, convirtiéndose de este modo en el motor que impulsa la evolución de nuestro equipo cada día. Desde aquí, a todos, MUCHAS GRACIAS.