
Esta semana estamos de celebración: cumplimos veinte años de actividad como despacho. El primer paso de lo que hoy es D.A. DEFENSOR lo dimos el 8 de marzo de 1996 cuando constituimos ante Notario la sociedad que inicialmente se denominó “D.A. Defensor del Asegurado, Convenio Profesional, S.L.”.
Desde el inicio nuestra idea motor ha sido aportar valor a nuestros clientes y para ellos apostamos por un planteamiento estrictamente profesional y un modelo abierto al que pudiera adherirse cualquier entidad aseguradora. Estábamos convencidos de que la figura del defensor del cliente es una herramienta muy útil para mejorar la calidad y la transparencia de la relación de la entidad y sus clientes, de dos formas muy concretas: en primer lugar, obviamente, como medio de solución de conflictos y dudas, independiente, gratuito, ágil, sencillo y especializado en las materias que se someten a su consideración; en segundo lugar, a través de la experiencia adquirida en la tramitación de las quejas y reclamaciones y la transformación de la información recabada en propuestas de mejora de procesos y, sobre todo, de los condicionados que regulan la relación.
Seguimos creyendo en la misma idea aunque, como es lógico, hayamos ido adaptándola a la evolución de los tiempos. Ya no somos solamente defensor del asegurado, los cambios normativos nos permitieron extender nuestro proyecto al ámbito de los planes de pensiones y las entidades de previsión social voluntaria (EPSV), lo que nos “obligó” a recortar nuestra denominación social hasta la actual, con objeto de hacerla más genérica y que diera cabida al defensor del partícipe y del socio, respectivamente.
También nuestra oferta de servicios ha evolucionado en estos veinte años hacia el mundo de la consultoría, impulsados por los retos planteados por nuestros clientes que demandan nuestra experiencia y especialización más allá de la figura del defensor, en procesos de elaboración o renovación de productos, en la adaptación a los nuevos formatos digitales, en consultas sobre situaciones puntuales que se presentan a diario o en formación. Nuestra propia curiosidad, por qué no decirlo, ha influido en esta evolución y nos ha llevado a explorar otros medios alternativos de solución de conflictos (mediación y arbitraje) y otros ámbitos, como el del cumplimiento normativo, en el que asesoramos a las empresas, no solamente aseguradoras, sobre la definición y diseño de sistemas de compliance o sobre la implantación de aspectos concretos de estos modelos (elaboración del mapa de riesgos o la implantación del canal de denuncias).
Como dice la canción, veinte años no es nada y aunque es inevitable que muchas cosas cambien o desaparezcan, en D.A. DEFENSOR mantenemos intacto nuestro objetivo de prestar a nuestros clientes un servicio profesional y especializado, pero sobre todo muy próximo y adaptado a sus necesidades. Queremos agradecer la confianza que todos ellos han depositado en nuestro despacho a lo largo de todo este tiempo y a la que trataremos de corresponder con la entrega y el acierto que esperan de nosotros.